CUESTION DE PROTOCOLO

 



Creo que una buena forma de ayudar al nuevo gobierno es llamarle la atención sobre ciertos antecedentes a considerar antes de determinados eventos posibles.

 

Por vía de ejemplo, supongamos que estamos en vísperas de una visita oficial a Chile del rey de España.  Vale la pena tener presente que Felipe VI de Borbón – Parma es descendiente directo del Rey Sol (Luis XIV) y que en su ADN también abundan genes que estuvieron en el de Carlos V y de Felipe II.  Si tenemos eso en cuenta, concluiremos que este monarca encierra en su persona testimonios vivos del periodo más deslumbrante de la historia de dos países de primerísima importancia en la historia universal.  Por ser esto así, se sienta en un trono que acomodó en su tiempo a la propia Reina Isabel La Católica, bajo cuyo reinado España meció la cuna de todas las naciones iberoamericanas.

 

Por todo lo señalado, don Felipe VI es el símbolo vivo de su patria y para la enorme mayoría de los españoles es el espejo en que pueden mirarse añorando su época más gloriosa en que su cetro regía territorios donde nunca se ponía el sol.  A este personaje no se le puede tratar como a un turista cualquiera, porque eso es ofender a toda la gran nación Europea.  

 

Por tanto, sería una mala idea recibirlo en ceremonias oficiales que se ha decidido que estén llenas de guiños al populacho local.  Es una mala idea incluir en ellas a “pololitas” que tendrá él que saludar.  Es todavía peor idea acusarlo de atrasar la ceremonia, más todavía si eso no es verdad.  Por todo esto, vale la pena recordar que los protocolos no son ritos vacíos ni existen para engrosar el ego de personajes importantes.  El protocolo es la forma civilizada de tratar personas en su calidad de símbolos venerados en sus patrias.  Nadie ejemplifica mejor eso que don Felipe VI.

 

Si lo señalado se tiene en debida cuenta, podemos augurar un éxito rotundo de la visita próxima del Rey de España y alentaremos la esperanza, nosotros los chilenos, de que algún día nuestro Presidente sea recibido en La Zarzuela con todo el protocolo que demostrará respeto a Chile, y hasta teniendo en la ceremonia no solo al rey sino que también a la Reina Leticia.

 

Orlando Sáenz R.